Protocolos por patologías en la farmacia

Uno de los errores más repetidos en cualquier negocio es no orientarlo hacia el cliente. En estos casos, las decisiones se toman sin considerar los gustos, inquietudes, hábitos y necesidades del cliente. Es éste quien debería estar en el centro de cualquier decisión estratégica que afecte al ADN del negocio. Cuanto mejor conocimiento tengamos de nuestros clientes y sus necesidades, mayores serán las posibilidades de éxito.

Cuando hablamos de una farmacia, el enfoque no cambia. Es más, incluso se acentúa, ya que hablamos de un negocio vinculado estrechamente con la salud, sector en el que no podemos dejar nada al azar.
 
Protocolos por patologías en la farmacia
¿Cómo se traduce esto en el día a día? Ubicar a los clientes en el centro del negocio tiene muchas implicaciones y ventajas. Una de ellas es facilitarles la toma de decisiones. Cuando acuden a nosotros con un problema de la piel, el cabello… es aconsejable tener un protocolo previo preparado para no improvisar delante de ellos. De esta manera, la consulta será más ágil, el consejo farmacéutico más certero y la satisfacción del cliente será mayor. Elaborar protocolos por patologías supone una inversión de tiempo que recuperaremos a corto plazo.

¿Qué debes tener en cuenta para elaborar cada uno de esos protocolos?

• Las causas del problema. Difícilmente vamos a poder solucionarlo si desconocemos su origen.
• Las consecuencias de ese problema. Esto nos ayudará a valorar distintas opciones y soluciones en función de su gravedad y, en su caso, derivarles a un médico especialista.
• Productos indicados para paliar o minimizar el problema. En su caso, incluiremos diferentes texturas de cada producto en función del tipo de piel del cliente: geles para pieles grasas, cremas para pieles secas, crema geles para pieles mixtas, etc.
• Medidas complementarias para ayudar a evitar o prevenir el problema: estilo de vida saludable, etc. 

¿Sobre qué tipo de patologías o problemas podemos crear estos protocolos? En principio, cualquiera de los que tengamos productos indicados para su cuidado en la farmacia:

• Deshidratación/sequedad/atopía
• Piel grasa con tendencia acneica/acné
• Dermatitis
• Pigmentaciones
• Cuperosis/rojeces
• Piel irritada/sensible
• Celulitis
• Estrías
• Alopecia
• Etc.

La ventaja de crear estos protocolos pautados, además del ahorro de tiempo y la buena impresión que se llevará de tu farmacia el cliente, es la posibilidad de incluir todos los productos que puedan ayudarle. En una consulta improvisada es probable que olvides alguno de ellos, en cambio, con un protocolo previamente estipulado difícilmente te ocurrirá esto.

No dejes a la improvisación algo tan importante y dedica un tiempo a establecer protocolos por patologías.