Prepara tu piel para el verano
Escrito por: Parabotica
El: 13/06/2019
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La llegada del buen tiempo invita a salir más, llevar a cabo actividades al aire libre y mostrar más nuestro cuerpo. Hay una serie de medidas que debemos aconsejar a nuestros pacientes para ayudar a su piel a afrontar las altas temperaturas del verano.
Las altas temperaturas, el sol que castiga a diario nuestra piel, el agua del mar, el cloro de la piscina… El verano es una constante prueba de fuego para nuestra piel. Podemos prepararnos para que estos meses de calor, baños continuos y sol agresivo no destroce nuestra piel. ¿Cómo?
Alimentación
Hay una serie de alimentos como ciertas frutas y verduras -kiwi, zanahoria, tomate, brócoli, espinacas…- ricos en antioxidantes, licopeno, betacaroteno y vitamina C. Estos alimentos aportan un extra de defensas contra los radicales libres. Además de ingerir estos alimentos de forma natural, podemos recurrir a complementos alimenticios como Betanoxcaps, que contribuyen a la protección de las células frente al daño oxidativo gracias al betacaroteno, vitamina C, aceite de borraja y magnesio.
Hidratación
Beber cerca de dos litros de agua al día es una de las recomendaciones que están ya asimiladas por casi todo el mundo. En verano esto es especialmente importante por la pérdida de agua transepidérmica; hace más calor y sudamos más. La hidratación tópica ayudará a mantener la piel más tersa especialmente después de la exposición solar en los primeros días de sol, cuando la piel está más sensible y se irrita y daña con mayor facilidad. Por ello conviene utilizar cremas con elementos calmantes y regenerantes, de textura ligera y que aporten un plus de hidratación a la piel.
Exfoliación/renovación
Exfoliar la piel elimina restos de suciedad y pieles muertas. La exfoliación también fortalece la dermis, aporta elasticidad y suavidad a la piel y la hace más resistente al sol.
No solo conseguiremos una piel más lisa y uniforme, lograremos unos poros limpios y, por tanto, los tratamientos que apliquemos después resultarán mucho más eficaces.
Otro consejo útil que puedes dar a tus pacientes: cuando exfolien la piel de su cuerpo indícales que no se depilen. Su piel ya estará suficientemente irritada y expuesta tras la exfoliación como para volver a castigarla con la depilación. Deben esperar al día siguiente.
Cuidado de zonas sensibles
El rostro centra todos nuestros esfuerzos en cualquier rutina de cuidado, y en verano no es ninguna excepción. Sin embargo, en verano exponemos otras partes del cuerpo tan o más sensibles que el rostro: el escote, el cuello, los labios, la nariz, las orejas, la calva en el caso de algunos hombres…
La piel del escote y del cuello es muy sensible y muestra signos de fotoenvejecimiento como manchas y arrugas. Debemos cuidar y fotoproteger estas zonas para evitarlo.
Las manos y los pies soportan la sequedad extrema del calor. Si en invierno nos olvidamos de ellos, en verano no podemos caer en ese error. Hay productos específicos para ambas zonas que ayudarán a mantener la piel en buen estado.
Protección solar
El mejor consejo que podemos darle a un paciente en verano es que proteja adecuadamente su piel del sol con un fotoprotector de calidad farmacéutica. Además de los filtros contras las radiaciones IR, UVA y UVB, los nuevos fotoprotectores incorporan activos y filtros contra la luz azul artificial, generada por dispositivos electrónicos y que causa el envejecimiento digital.
Las altas temperaturas, el sol que castiga a diario nuestra piel, el agua del mar, el cloro de la piscina… El verano es una constante prueba de fuego para nuestra piel. Podemos prepararnos para que estos meses de calor, baños continuos y sol agresivo no destroce nuestra piel. ¿Cómo?
Alimentación
Hay una serie de alimentos como ciertas frutas y verduras -kiwi, zanahoria, tomate, brócoli, espinacas…- ricos en antioxidantes, licopeno, betacaroteno y vitamina C. Estos alimentos aportan un extra de defensas contra los radicales libres. Además de ingerir estos alimentos de forma natural, podemos recurrir a complementos alimenticios como Betanoxcaps, que contribuyen a la protección de las células frente al daño oxidativo gracias al betacaroteno, vitamina C, aceite de borraja y magnesio.
Hidratación
Beber cerca de dos litros de agua al día es una de las recomendaciones que están ya asimiladas por casi todo el mundo. En verano esto es especialmente importante por la pérdida de agua transepidérmica; hace más calor y sudamos más. La hidratación tópica ayudará a mantener la piel más tersa especialmente después de la exposición solar en los primeros días de sol, cuando la piel está más sensible y se irrita y daña con mayor facilidad. Por ello conviene utilizar cremas con elementos calmantes y regenerantes, de textura ligera y que aporten un plus de hidratación a la piel.
Exfoliación/renovación
Exfoliar la piel elimina restos de suciedad y pieles muertas. La exfoliación también fortalece la dermis, aporta elasticidad y suavidad a la piel y la hace más resistente al sol.
No solo conseguiremos una piel más lisa y uniforme, lograremos unos poros limpios y, por tanto, los tratamientos que apliquemos después resultarán mucho más eficaces.
Otro consejo útil que puedes dar a tus pacientes: cuando exfolien la piel de su cuerpo indícales que no se depilen. Su piel ya estará suficientemente irritada y expuesta tras la exfoliación como para volver a castigarla con la depilación. Deben esperar al día siguiente.
Cuidado de zonas sensibles
El rostro centra todos nuestros esfuerzos en cualquier rutina de cuidado, y en verano no es ninguna excepción. Sin embargo, en verano exponemos otras partes del cuerpo tan o más sensibles que el rostro: el escote, el cuello, los labios, la nariz, las orejas, la calva en el caso de algunos hombres…
La piel del escote y del cuello es muy sensible y muestra signos de fotoenvejecimiento como manchas y arrugas. Debemos cuidar y fotoproteger estas zonas para evitarlo.
Las manos y los pies soportan la sequedad extrema del calor. Si en invierno nos olvidamos de ellos, en verano no podemos caer en ese error. Hay productos específicos para ambas zonas que ayudarán a mantener la piel en buen estado.
Protección solar
El mejor consejo que podemos darle a un paciente en verano es que proteja adecuadamente su piel del sol con un fotoprotector de calidad farmacéutica. Además de los filtros contras las radiaciones IR, UVA y UVB, los nuevos fotoprotectores incorporan activos y filtros contra la luz azul artificial, generada por dispositivos electrónicos y que causa el envejecimiento digital.
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