Cuidados de las pieles secas en invierno

Ahora que pasamos más horas en casa y con el frío propio del otoño, seguro que ponemos la calefacción a tope sin ser conscientes del daño que puede causar a nuestra piel.

Cuando conectamos la calefacción durante mucho tiempo, el ambiente pierde humedad y se reseca. Con la piel ocurre lo mismo; pierde humedad y se deshidrata. El equilibrio del manto hidrolipídico se rompe y esto provoca una mayor pérdida de agua a través de la piel.

A largo plazo, se acelera el envejecimiento de la piel (arrugas, pérdida de elasticidad) y aumenta la posibilidad de desarrollar -o agravar- problemas cutáneos como dermatitis, cuperosis, rosácea…
¿Y qué ocurre con aquellas pieles que ya son más secas de lo normal habitualmente? La situación se agrava y debemos cuidarlas de manera especial.
 
Hidratación de la piel
La hidratación es clave para tener una piel sana. Es el paso que nunca puede faltar en cualquier rutina de cuidado ya que es la mejor prevención contra la sequedad de la piel y el envejecimiento acelerado.

¿Cuáles son los beneficios de tener una piel hidratada?

• Más protección. Una buena hidratación ayuda a que la barrera protectora sea más fuerte y flexible. De esta manera, la piel del rostro está mejor protegida de las agresiones externas como el clima frío, la contaminación o el maquillaje.
• Menos arrugas. La piel deshidratada es una de las causas principales del envejecimiento prematuro. Al debilitarse la piel, se seca y pierde elasticidad, lo que acelera el proceso de envejecimiento.

Activos hidratantes
¿Qué activos deben contener los cosméticos que empleemos para hidratar la piel seca? Hemos seleccionado algunos de los más novedosos y eficaces:

Complejo Hidratación 72: es un complejo de polisacáridos que ayudan a retener la humedad de forma prolongada, hasta 72 horas tras la última aplicación. Beneficios:

• Corto plazo: hidratación inmediata y duradera hasta 72 horas.
• Largo plazo: mejora notablemente la apariencia de la piel y normaliza la descamación del estrato córneo. Reforzando la función barrera de la piel

El ácido hialurónico es un componente natural de la piel capaz de retener hasta 1.000 veces su peso en agua. A medida que envejecemos disminuye la cantidad de este componente en nuestro cuerpo, por lo que es crucial aportarlo de forma externa.

Además de hidratar, el ácido hialurónico tiene los siguientes beneficios según su tamaño:

• Bajo peso molecular: hidrata de forma activa la piel, debido a su bajo peso molecular es capaz de penetrar y retener la hidratación en la piel.
• Alto peso molecular: hidrata formando un film sobre la piel gracias a su gran tamaño y evita la pérdida transcutánea de agua.

Agua polarizada: hidrata de forma continua las capas más profundas de la piel. Esto se debe a que el agua está vehiculizada para facilitar su penetración hasta las capas más profundas, además el agua que contienen esas vesículas está polarizada, lo que facilita su paso por las células cutáneas.

Ceratonia siliqua: ayuda a mejorar la unión y canalización del agua dentro de la piel. Aporta una hidratación homogénea dentro de la piel. Esto se debe a que estimula los canales de agua de la piel, permitiendo que toda la piel se hidrate.

Proteoglicanos: hidratan la piel en profundidad y dan flexibilidad a la membrana celular. De esta manera minimizan las arrugas y mejoran la firmeza y elasticidad de la piel.

Cuando necesites reponer tu crema hidratante, no olvides comprobar que entre sus activos se encuentren algunos de los que acabamos de describir. Hidratar nuestra piel es el primer paso para tener una piel saludable y elegir el producto formulado con los activos más indicados para nuestro tipo de piel, es clave. Está en manos del farmacéutico recomendar a los clientes una rutina personalizada que incluya los productos dermocosméticos más idóneos para sus necesidades.