Todos los beneficios de la doble limpieza facial

En toda rutina de cuidado de la piel no puede faltar la limpieza facial. Desde la farmacia estarás harto de insistir a tus clientes en su importancia. Este paso es esencial para mantener la salud cutánea. La acumulación de la suciedad puede generar muchos problemas en la piel, por lo que eliminarla a diario es una necesidad.

La suciedad en la piel se acumula por diferentes factores:

Externos:

• Contaminación ambiental
• Maquillaje
• Polución
• Microorganismos
• Protección solar

Internos:

• Estrés
• Cambios hormonales
• Mala alimentación
• Exceso de sudor
• Exceso de sebo 

Qué es la doble limpieza facial
Ha irrumpido un nuevo concepto que creemos deberías compartir con tus clientes: la doble limpieza facial. ¿En qué consiste? La doble limpieza consiste en aplicar dos limpiadores; uno de base oleosa y otro de base acuosa.

La limpieza con base oleosa penetra mejor en el poro, elimina maquillaje, grasa, restos de cosméticos, protector solar… Elimina las sustancias de carácter lipófilo.

Por su parte, la limpieza con base acuosa limpia en profundidad, elimina impurezas, polución, células muertas... Elimina las sustancias de carácter hidrófilo.
 
Rutina de doble limpieza facial
Más allá de recomendar limpiar el rostro dos veces al día; al levantarnos y antes de acostarnos, los pacientes agradecerán que personalices una rutina de doble limpieza según sus necesidades. Aunque todas las pieles comparten unos pasos: limpieza específica, primera limpieza, segunda limpieza, limpieza profunda y sellado con un tónico, será el tipo de piel el que determine los productos que formen parte de esa rutina.

De forma general, empezaremos la rutina con:

1. Desmaquillado de ojos y labios con un producto específico.
2. Primera limpieza. Para pieles secas emplearemos una LECHE LIMPIADORA; para pieles mixtas-grasas y sensibles, recurriremos al nuevo JABÓN EN ACEITE, un limpiador con aceites que elimina el maquillaje y las impurezas de la piel. Al ponerse en contacto con el agua forma una agradable espuma. Su fórmula incorpora aceites que nutren, reparan y restauran la función barrera.
3. Segunda limpieza. Si hemos empleado un limpiador de base acuosa en el primer paso, ahora, en esta segunda limpieza recurriremos a uno de base oleosa y viceversa. Así, las pieles secas ahora se aplicarán el JABÓN EN ACEITE y el resto de pieles una MOUSSE LIMPIEZA FACIAL.
4. Limpieza profunda/exfolicación. Con la exfoliación estimulamos la renovación de la piel, que de forma natural se produce cada 28 días. Para una exfoliación suave pero eficaz, es importante elegir un GEL EXFOLIANTE formulado con activos calmantes e hidratantes. Nuestra piel quedará suave y libre de impurezas.

Antes de empezar el tratamiento de cuidado, debemos tonificar la piel. Con cada limpieza eliminamos parte de la flora cutánea, clave para la salud de la piel. Al tonificar ayudaremos a restaurar esta flora. Para ello podemos emplear un tónico purificante que contenga prebióticos. En este caso, aconsejamos el nuevo TÓNICO EXFOLIANTE, que favorece la renovación celular, aporta luminosidad y limpia en profundidad los poros. Para pieles sensibles, sustituye este tónico por el TÓNICO PURIFICANTE.