La piel necesita hidratación. Todo tipo de piel requiere estar hidratada. A veces pensamos que una piel grasa no necesita esa hidratación, pero nos equivocamos. También solemos caer en el error de pensar que una piel deshidratada es sinónimo de piel seca. Son dos conceptos distintos. Una piel deshidratada no tiene porqué ser una piel seca.

¿Por qué es tan importante hidratar la piel? Porque le aportaremos elasticidad, suavidad y brillo. Una piel deshidratada es una piel sin salud. Por tanto, si queremos que nuestra piel esté sana y bella nunca olvidaremos hidratarla. ¿Cómo podemos hacerlo adecuadamente? Te lo contamos en este artículo.

Si hablamos de hidratación, hay un ingrediente que destaca sobre el resto: el ácido hialurónico. Está presente en la piel y su molécula es capaz de retener hasta 1.000 veces su peso en agua. Nuestro organismo lo sintetiza de forma natural, pero con los años, sobre todo a partir de los 30, disminuye su producción. A los 60 años solo conservamos el 10% de ácido hialurónico, de ahí la necesidad de aportarlo externamente en cremas de aplicación tópica.
 
¿Qué beneficios aporta el ácido hialurónico?
El ácido hialurónico ayuda a sintetizar el colágeno, hidrata y refuerza la función barrera de la piel. Cuando esta barrera deja de realizar su cometido, la piel pierde hidratación y queda expuesta a las agresiones externas. De ahí la necesidad de incorporar productos dermocosméticos formulados con ácido hialurónico en nuestra rutina de belleza. Así, no solo hidrataremos la piel, sino que también contribuiremos a ralentizar el envejecimiento cutáneo, que se refleja en nuestra piel en arrugas, flacidez, manchas, deshidratación...
 
El ácido hialurónico aporta los siguientes beneficios para la piel:

• HIDRATA
• ES ANTIOXIDANTE: neutraliza los radicales libres
• ESTIMULA LA RENOVACIÓN CELULAR y refuerza la función barrera de la piel
• APORTA UN EFECTO RELLENO ANTIARRUGAS 

Hidratación en profundidad
Una de las particularidades del ácido hialurónico es el tamaño de su molécula, particularmente grande. Esto tiene una ventaja y un inconveniente. La ventaja es que crea una película hidratante y un efecto flash. El inconveniente es que le cuesta penetrar la capa más superficial de la piel. Para solucionar este problema se recurre al ácido hialurónico de bajo peso molecular, capaz de penetrar a través de la capa más superficial de la piel y actuar en lugares donde antes era imposible. Esta hidratación en profundidad se complementa de forma sinérgica con la hidratación superficial. La combinación de moléculas de alto y bajo peso molecular permite obtener una hidratación multicapa: superficial y profunda.

El ácido hialurónico también aporta un extra de volumen a la piel que crea un efecto relleno. De esta manera se suavizan las arrugas y las líneas de expresión.

Por sus múltiples beneficios, el hialurónico se emplea no solo en productos de hidratación, sino también en otras líneas como limpieza, antioxidantes, antiedad, redensificantes, luminosidad (actúa de forma sinérgica con la vitamina C) y un largo etcétera.

Incorpora productos que contengan este activo tan polivalente a tu rutina de belleza y tu piel te lo agradecerá.